Durante
muchos años, nuestros amigos y socios de investigación del Instituto HeartMath
(una organización educativa y de investigación sin fines de lucro, reconocida
internacionalmente y dedicada a ayudar a las personas a reducir el estrés, a
autorregular las emociones y a desarrollar energía y resistencia para llevar
vidas saludables y felices) han estado estudiando e investigando cómo el
corazón y el cerebro se comunican entre sí. Por otro lado, también han estado
estudiando cómo eso afecta nuestra conciencia y la manera en que percibimos
nuestro mundo. Como ejemplo, cuando estamos sintiendo emociones elevadas como
gratitud, amor o compasión, el corazón late con un cierto mensaje. Debido a que
el corazón crea el campo electromagnético más grande procedente del cuerpo,
puede ofrecer datos significativos para los investigadores.
En la
última década, la comunidad científica ha hablado mucho y ha hecho muchos
estudios sobre campo magnético humano, de cómo se relaciona con el campo
magnético del planeta, y de cómo el campo magnético del planeta se relaciona
con el sol. Se ha pensado que las piezas de este misterioso rompecabezas pueden
afectarnos a nosotros, a quienes nos rodean, e incluso a todos los organismos
vivos.
Ahora el
Instituto HeartMath ha publicado nuevas investigaciones que sugieren que la
actividad solar y geomagnética diaria no sólo afecta nuestro sistema nervioso
autónomo, sino que nos induce a responder a los cambios en la actividad
magnética del sol y de la tierra. También sugiere que nuestro sistema nervioso
autónomo se sincroniza con los campos magnéticos variables en el tiempo,
asociados con resonancias geomáticas de campo, y las resonancias Schumann.
Puedes concebir la resonancia Schumann como la frecuencia, pulso o
latido-de-corazón de la Tierra.
Los
resultados del nuevo estudio de HeartMath son consistentes con otros estudios
que muestran que los cambios en la actividad solar y geomagnética se
correlacionan con cambios en la actividad del sistema nervioso humano. Se sabe
desde hace mucho tiempo que todos los sistemas biológicos de la tierra están
expuestos a campos magnéticos invisibles de todo tipo y rango de frecuencias, y
que estos campos pueden afectar a cada célula y circuito en mayor o menor
grado. Como señala el estudio, se ha demostrado que una serie de ritmos
fisiológicos están sincronizados con la actividad solar y geomagnética.
El estudio
esboza cómo, durante períodos de mayor actividad solar, que alcanza su punto
máximo cada 10.5 a 11 años, las eyecciones coronales masivas pueden “afectar a
una amplia gama de procesos de salud y conducta humana, siendo el sistema
cardiovascular y nervioso los más claramente afectados” Las eyecciones
coronales masivas son enormes explosiones de plasma y campos magnéticos de la
corona solar que pueden extenderse millones de millas en el espacio. En el
estudio se esbozan varios ejemplos en los que el sistema nervioso autónomo
humano parece estar respondiendo a este tipo de actividad.
Basándose
en sus resultados, los autores concluyeron:
“En general,
el estudio sugiere que la actividad diaria del sistema nervioso autónomo no
sólo responde a los cambios en la actividad solar y geomagnética, sino que está
sincronizada con los campos magnéticos variables en el tiempo asociados con las
resonancias de campo geomagnético y las resonancias de Schumann. Una
explicación probable de cómo los campos solares y geomagnéticos pueden influir
en la actividad del sistema nervioso humano es a través de un acoplamiento
resonante entre nuestro sistema nervioso y las frecuencias geomagnéticas (ondas
de Alfvén), u ondas estacionarias de frecuencia ultra baja en la cavidad
resonante tierra-ionosfera (resonancia Schumann) que se superponen con ritmos
fisiológicos.”
Dada esta
información, quizás ahora más que nunca es importante para nosotros comenzar
cada día desde un mayor nivel de conciencia, un estado de ser más centrado en
el corazón y desde un lugar de plenitud. Si podemos mantener esos estados de
mente y cuerpo, es lógico concluir que seremos más propensos a ser elevados por
esa energía que divididos por ella. Esa energía que viene a través del espacio
es poderosa y cósmica, así que ¿por qué no usarla para crear paz, sanación y
milagros en tu vida, y en las vidas de los que te rodean? Y si vas a hacer
esto, significa que tu energía tiene que volverse super coherente.
Al hacer tu
trabajo interno, a medida que tu sistema nervioso se vuelve más equilibrado y
sincronizado, a través de un cerebro y corazón coherentes, la energía
proveniente del cosmos se organizará en tu campo energético personal de maneras
provechosas. Ahí es cuando lo podemos usar para sanar nuestros cuerpos, crear
nuevas realidades futuras y desplegarnos en momentos místicos.
Si, por
otro lado, caemos presa de los vaivenes de la inestabilidad a diario, y
nuestros cerebros y corazones se desequilibran y desordenan, esa misma energía
proveniente del sol puede magnificar la energía incoherente que estamos
emitiendo en cada momento, y nuestro sistema nervioso se verá afectado de
manera exactamente opuesta. Entonces, ¿por qué no estar a la altura de las
circunstancias e integrar ese recurso ilimitado de energía, como una forma
poderosa para evolucionar?
¡Imagina lo
que podríamos lograr colectivamente si todos fuéramos super coherentes! (Joe
Dispenza)